• Deborah Shallman
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  • Added 21 Aug 2019
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Artista israelita cuadros acrilico en canvas

Punto. Dos puntos ... Puntos ... Mirit Ben Nun Cuando la pintura aborigen (de las tribus aborígenes australianas) fue revelada a Occidente, en los años 70' del siglo pasado, inyectó una nueva adrenalina en la pintura moderna y fue rápidamente aceptada, no solo como legítima sino también como influyente e inspiradora. Es un arte tribal, que satisface las necesidades rituales de crear símbolos religiosos y de una estética fluida caracterizada por los colores de la tierra. También artistas africano-occidentales contemporáneos, como Chris Opili y Vinka Shonibary, han enfatizado elementos similares en su trabajo y han desviado la atención hacia la misma continua necesidad de crear superficies con puntos de color, que provocan placer visual gracias a su textura aterciopelada, rica en colores y formas sinuosas. No hay duda de que de allí surge la pintura de Mirit Ben Nun, que aparece como un meteorito refrescante en nuestro cielo ya saturado de un arte repleto de mensajes e imágenes fotográficas. Como artista autodidacta, ella creció fuera del bien lubricado sistema de las academias de arte, y no sufre por la búsqueda constante de sentido y contenido. Su pintura irrumpe como emergente de una necesidad primaria de provocar a la superficie pictórica, de atacarla con una obsesión sin freno, que no deja rincones ocultos. La necesidad de expresión no se detiene ni por un momento, quiere continuar fluyendo junto con la tempestuosa agitación anímica, tal vez para apaciguar a los demonios que andan corriendo en su interior. Esta pintura atrae y arrastra porque es primigenia, libre de justificaciones y de sentimientos de culpabilidad por ser "no intelectual". Proviene del mismo lugar donde se generan los impulsos creativospsíquicos inconscientes, no adaptados todavía al lenguaje de códigos que requieren ser descifrados. El espectador de Mirit Ben Nun es "atacado" por la abundancia de color, por formas decorativas repetitivas, y por imágenes comparativas que pueden identificarse y captarse rápidamente. Para el ojo acostumbrado a esta sofisticada forma de arte, esto es como aspirar una ráfaga de belleza instantánea. Tal vez este es el tiempo y el lugar de volver a reflexionar sobre las profundas raices de una cultura que va ramificándose, que durante generaciones ha sido cubierta por una gruesa capa de teorías y de "…ismos" David Gerstein

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